Espacio escénico
Un primer elemento a considerar para la puesta en escena es el espacio escénico, ya que éste debe elegirse tomando en cuenta su funcionalidad para la construcción del mundo en el que se desarrolla la historia: la escenografía. Ésta siempre debe ser adecuada al espacio escénico, pues no es lo mismo preparar escenarios para una puesta en escena que se llevará a cabo en un espacio cerrado que en uno abierto, por ejemplo. Desde los griegos hasta la actualidad, se han utilizado diferentes tipos de espacio escénico, de manera que existen varias opciones entre las que podemos destacar las siguientes:
a) El teatro griego. Estaban construidos al aire libre y se aprovechaba la pendiente de algún cerro para construir las gradas (koilón), que tenían espacios reservados para los sacerdotes y los altos magistrados. Y contaba al frente con un espacio circular denominado orchestra, donde el coro cantaba y bailaba, y detrás de ella la skené, un espacio elevado, rectangular y alargado con una construcción de madera que servía de camerinos, decorado y bastidores.
Reconstrucción de un teatro griego (Flamingo, 2003)
b) El teatro romano. Retoman la forma del teatro griego, pero se distinguen en que la cavea, equivalente a la orchestra es un semicírculo, modificación que tenía como fin conformar una sola estructura entre la escena y el graderío. La decoración, por otra parte, era lujosa, en espacial en el escenario, y la construcción de las gradas no necesariamente requiere de una colina, pues ya podían construirse en su totalidad de concreto, con una estructura de apoyo.
Teatro Romano en Mérida, España (Inoxllor, 2008)
c) El teatro alla italiana. En la base de este nueva arquitectura subyace también una nueva relación entre el público y el espectáculo: hay una división entre el mundo real de los espectadores y el mundo ficticio del escenario, división que se basa en el uso de la perspectiva en la arquitectura. En este tipo de teatro también se desarrolló toda una tecnología de telares, bambalinas, telones y bastidores y se puede sacar provecho de la luz y el sonido, puede decirse que “el teatro de la Europa post-ilustrada tiene en su centro una especie de aparato de relojería del que depende la eficacia de toda la institución teatral”.[1]
Teatro Petruzzelli (Blück auf die Bühne, 2008)
[1] Ignasi de Solà-Morales. (s.a.). “La arquitectura teatral. El teatro alla italiana, en la cultura española moderna en Fundación Juan March, Ediciones de Gestos, Madrid, p.7. en línea: http://digital.march.es/ensayos/fedora/repository/ensayos:183/OBJ